Antes un ludópata era una persona de entre 35 y 50 años enganchado al Bingo y la tragaperras. Ahora son más jóvenes, incluso menores de 18 años que a veces incluso recurren a un colega que supera esa edad para evitar las prohibiciones y que están enganchados hasta las orejas en los juegos on line de apuestas deportivas. Las apuestas deportivas son el principal puente de entrada de los jóvenes en la ludopatía. Recientemente me impresionó un reportaje que leí en el periódico digital “Confilegal” sobre un crio que llevaba 7 meses sin ir al colegio porque estaba enganchado en casa de una forma absoluta a un juego en cadena por internet. Se le estropea el internet y llama inmediatamente la madre para que se lo arregle. La madre, supongo que conociendo al niño, interrumpe y deja su trabajo a media mañana y vuelve a casa. No le puede arreglar el internet al niño y al niño no se le ocurre otra cosa que clavarle un cuchillo en la mano a su madre. Agresiones a padres y familiares, o robar en el trabajo para poder mantener su adicción al juego están al cabo de la calle cuando se padece esta patología. Llama la atención la publicidad agresiva de este tipo de actividades que siempre incluye el tópico “apuesta de manera responsable”, pero no deja de incitar al juego con ofertas y bonos gratuitos de hasta 200 € para enganchar al público. Y así se apuestan los goles de Messi, el minuto del primer gol de Griezmann, el número de “fueras de juego” o las tarjetas rojas o amarillas que sacara el árbitro. Y utilizan a los ídolos o estrellas de equipos de primera división que se prestan a promocionar estos juegos on line. Hasta hace poco, nada menos que la camiseta del Real Madrid publicitaba una casa de apuestas. Si nuestros políticos no son capaces de cerrar un Pacto por la Educación, dígame Ud. como van a cerrar un Pacto por el Menor, que sería mucho más importante entre padres, colegios, sociedad y medios de comunicación para ponerle cerco a este acuciante problema. Existen jueces con dos bemoles como mi admirado D. Emilio Calatayud, Juez de Menores de Granada, que hay que poner en valor las Sentencias que pone: condenar a estudiar al menor cuando rompe el mobiliario urbano, condenar a sacarse el carnet de conducir a los chavales cuando los pillan conduciendo sin carnet de conducir, condenar a realizar trabajos de ayudas y acompañamientos a ancianos en época navideña en Caritas, Calor y Café, Proyecto Hombre, asilos, residencias y geriátricos, castigar a tu hijo con un fin de semana sin el móvil, y que no se te suicide. Parece ser que sobreviven. Y por supuesto los padres tienen todos los derechos del mundo, como los tenían nuestros padres, a fiscalizar el móvil de su hijo y ver qué tipo de contactos hace, si está enganchado al juego o a las páginas de pornografía infantil, porque prevenir es curar y para eso eres padre y progenitor, dice Calatayud. La filosofía es cojonuda: “tú la haces, tú la pagas”.
José Luis Ortiz Miranda.
Bufete Ortiz.
Publicado en Viva Cádiz. Andalucía Información.